Fracturas por Estrés: la lesión silenciosa que puedes prevenir

Fracturas por Estrés

Para quienes aman correr, entrenar o practicar deportes de manera constante, pocas cosas son más frustrantes que una lesión inesperada. Entre las más silenciosas y difíciles de identificar se encuentran las fracturas por estrés, un problema que afecta principalmente a corredores, bailarines, militares y personas con alta actividad física.

En ImatecSalud queremos ayudarte a entender qué son, cómo se manifiestan y por qué detectarlas a tiempo es clave para mantener tu bienestar deportivo.

¿Qué son las fracturas por estrés?

Qué son las fracturas por estrés

Es una pequeña fisura en el hueso que ocurre cuando este se ve sometido a cargas repetitivas durante mucho tiempo. No se trata de un quiebre brusco, como suele suceder en los accidentes, sino de un daño progresivo causado por el uso excesivo y la sobrecarga.

La mayoría se producen en huesos de las piernas y pies, como la tibia o los metatarsianos, ya que soportan gran parte del impacto en actividades físicas intensas.

¿Por qué ocurren?

El cuerpo tiene la capacidad de adaptarse al ejercicio, pero si no damos el tiempo suficiente para recuperarse, el hueso se debilita y aparecen microlesiones. Entre los factores más comunes que favorecen las fracturas por estrés destacan:

  1. Entrenamiento excesivo o aumento repentino de la carga.
  2. Calzado inadecuado o desgastado.
  3. Superficies duras para correr, como cemento o asfalto.
  4. Deficiencias nutricionales, en especial falta de calcio o vitamina D.
  5. Problemas biomecánicos, como pie plano o mala alineación.

Síntomas que no debes ignorar

Los síntomas suelen avanzar de forma gradual y confundirse con una sobrecarga muscular

  1. Dolor localizado que aparece durante la actividad física y mejora con el reposo.
  2. Sensibilidad al tocar un punto específico del hueso.
  3. Inflamación leve en la zona afectada.
  4. En etapas más avanzadas, el dolor se mantiene incluso en reposo.

Si se ignoran estos signos, la lesión puede empeorar hasta convertirse en una fractura completa que requiere varios meses de recuperación.

Cómo se diagnostican

El diagnóstico temprano es fundamental. Por ello, el primer paso siempre es la evaluación clínica: el médico identifica el punto exacto del dolor, analiza los factores de riesgo y descarta otras posibles causas.

Dependiendo de los hallazgos, el especialista puede sugerir estudios complementarios como radiografías —que en etapas tempranas no siempre muestran la lesión—, resonancia magnética o gammagrafía ósea, con el fin de confirmar el diagnóstico y precisar la extensión del daño.

  1. Resonancia magnética: una de las pruebas más efectivas para detectar fisuras pequeñas.
  2. Gammagrafía ósea: útil para evaluar la actividad metabólica en el hueso.
  3. Examen clínico detallado: estos exámenes ayudan a identificar el punto exacto del dolor y los factores de riesgo asociados.

En ImatecSalud, contamos con médicos y kinesiólogos que combinan experiencia clínica y estas herramientas para brindarte una evaluación integral, un diagnóstico oportuno y un tratamiento personalizado

Tratamiento y recuperación

El manejo de una fractura por estrés suele incluir:

  1. Reposo relativo: suspender la actividad que causó la lesión y reemplazarla por ejercicios de bajo impacto como natación o bicicleta estática.
  2. Inmovilización parcial: en algunos casos, se recomienda el uso de botas ortopédicas para disminuir la carga sobre el hueso.
  3. Fisioterapia: ejercicios de fortalecimiento y técnicas para mejorar la biomecánica y prevenir nuevas lesiones.
  4. Nutrición adecuada: asegurar el aporte de calcio, vitamina D y proteínas para favorecer la recuperación.
  5. Reincorporación progresiva: volver a la actividad deportiva de manera controlada y supervisada.

¿Cómo prevenirlas antes de que te detengan?

Aunque frecuentes, las fracturas por estrés pueden evitarse con medidas simples

  1. Incrementa la intensidad del entrenamiento de forma gradual.
  2. Usa calzado adecuado y cámbialo cuando pierda amortiguación.
  3. Alterna superficies duras con terrenos más blandos, como tierra o pasto.
  4. Incorpora ejercicios de fortalecimiento muscular y estiramientos.
  5. Mantén una alimentación balanceada y consulta a un especialista en caso de molestias persistentes.

Historia de Carla

Carla es una corredora aficionada que decidió entrenar para su primera media maratón. Decidió aumentar de golpe la distancia de sus entrenamientos y al poco tiempo, comenzó a sentir un dolor insistente en la tibia.

Al principio lo ignoró: “seguro es solo cansancio, debe ser muscular”. Pero cada salida era más difícil. El dolor ya no desaparecía con el descanso, y empezó a sentirse limitada por él.

Finalmente, tuvo que detenerse y pasar varios meses en recuperación.

Como Carla, muchos deportistas viven esta experiencia y minimizan sus primeras señales. La buena noticia es que, con un diagnóstico temprano y cuidados adecuados, es posible evitar complicaciones y volver a entrenar sin miedo ni dolor.

Recupera tu bienestar con ImatecSalud

Las fracturas por estrés son lesiones silenciosas, pero detectarlas a tiempo puede marcar la diferencia entre un par de semanas de recuperación y varios meses fuera de tu deporte favorito.

En ImatecSalud contamos con especialistas en traumatología, medicina deportiva y rehabilitación que pueden ayudarte a prevenir, diagnosticar y tratar estas lesiones. Agenda una evaluación con nosotros  y sigue avanzando hacia tus metas deportivas sin dolor. Puedes lesionarte si entrenas excesivamente. Te invitamos a revisar el siguiente artículo de las lesiones más frecuentes en triatletas y cómo puedes evitarlas.

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